La edición 28 de la Conferencia de las Partes (COP28) concluyó con la firma de un acuerdo en el que, por primera vez, se reconoce la necesidad de “dejar atrás” la producción y uso de combustibles fósiles, tal y como se conocen hasta ahora. El documento abre la posibilidad para mantener la explotación de carbón, petróleo y gas que garanticen bajas o nulas emisiones.
El pacto considera una reducción rápida de emisiones de dióxido de carbono (CO2). Plantea una disminución de 43% hacia 2030 y de 60% para 2030, respecto a los registros de 2019. La intención es alcanzar el cero neto en 2050. El texto puntualiza que la transición debe hacerse considerando las condiciones sociales, económicas, ambientales y políticas de cada país.
Para lograr el objetivo, el convenio insta a los 198 países firmantes a triplicar la capacidad de las infraestructuras eléctricas verdes y duplicar la tasa anual de eficiencia energética en los próximos siete años. Propone la rápida adopción de tecnologías renovables, nucleares y de captura y almacenamiento de CO2, especialmente, en sectores difíciles de descarbonizar.
La COP28 propone eliminar subsidios para combustibles fósiles
El documento aprobado en la COP28 invita a eliminar gradualmente y lo antes posible los subsidios a combustibles fósiles que resulten “ineficientes” al no abordar la pobreza energética y las transiciones justas.
El acuerdo propone establecer estrategias para reducir en el mercado las inversiones en combustibles fósiles e incentivar que se destinen más fondos en el desarrollo de tecnologías y fuentes energéticas limpias. Esta era una de las principales peticiones de la Unión Europea y otros países que defienden la eliminación total del uso de carbono, gas y petróleo.
Por último, el pacto de la COP28 abre la puerta al “principio de neutralidad tecnológica”. Reclamado por petroleras y países productores de crudo y gas, el fundamento permite a estos sectores competir en el proceso de transición mediante el desarrollo de combustibles fósiles de bajas o cero emisiones.
El convenio ha sido aprobado. Lo que queda por ver es la forma en la que se adopta en las diferentes economías alrededor del mundo. El gremio científico anticipa que las medidas impuestas serán insuficientes para mitigar el avance y efectos de la crisis climática.