Por: Jacobo Rodríguez, especialista financiero en Roga Capital
En esta primera intervención del año, quiero aprovechar para desear a todos los lectores un excelente 2024; espero que tengan salud, bienestar y abundancia. Que sea un excelente año para todos.
Y con este entusiasmo vamos a platicar sobre las estimaciones que se presentan al inicio de cada año por parte de colegas economistas; justamente el hacer estimaciones es una de las actividades más recurrentes por parte de los economistas lo cual resulta un arma de dos filos debido a la complejidad que representa estimar el futuro.
El desempeño de la economía depende de muchísimas variables tanto internas como externas, depende del ambiente político y social, depende del ánimo de los inversionistas y consumidores, de situaciones climáticas y naturales, y un largo etcétera. A todo esto, hay que sumarle que dichas variables pueden cambiar de manera drástica en el año. Ya lo decía el propio Galbraith: “La única función de la predicción económica es hacer que la astrología parezca algo más respetable”. Aun así, alguien tiene que hacer el trabajo sucio.
En días pasados leía una publicación de expectativas para este 2024 en México y prácticamente todos los comentarios coinciden; los factores a favor para la economía nacional se pueden resumir en: Nearshoring y su impacto positivo en la inversión; aumento de los ingresos y por lo tanto la fortaleza en el consumo; el gasto de gobierno en un año electoral. Entre los factores de riesgo tenemos: altas tasas de interés e inflación que se mantiene alta; elecciones en diversos países del mundo y que puede generar incertidumbre; tensiones geopolíticas internacionales.
Proyecciones de crecimiento
Con esto en mente, el promedio de las estimaciones de crecimiento para este 2024 se ubican en 2.4% (encuesta CitiBanamex de expectativas, diciembre 2023); la estimación más baja de dicha publicación es de 1.5% y la más alta es 3.6%; un rango muy abierto lo que deja ver la amplia divergencia que existe entre analistas.
Si analizamos la encuesta de diciembre de Banco de México sobre expectativas, se tiene una expectativa promedio de 2.29%, esta encuesta nos arroja mayor información respecto a la percepción de los analistas y es que entre los principales factores de riesgo que obstaculizarían el crecimiento están: 1) problemas con la inseguridad pública, 2)corrupción y 3)impunidad; como se puede observar, estos factores tienen que ver más con un tema de gobernanza que con propias situaciones económicas o financieras.
Con base en estas estimaciones, la economía mexicana debería tener un desempeño positivo, aunque todavía en línea con el crecimiento promedio histórico, es decir, nada extraordinario. Esperemos que el resultado final del desempeño económico en este 2024 nos dé una sorpresa positiva.
Y para terminar esta participación de inicio de año, me gustaría tocar un tema que pocos analistas han mencionado. La administración actual ha apostado por impulsar proyectos de infraestructura y programas sociales, pero dejando de lado la estabilidad de las finanzas públicas; y es lógico pues muchos de los recursos que se tenían destinados para rubros muy específicos se han terminado.
El gobierno necesita recursos adicionales a tal grado que para el presupuesto de 2024 se propone un déficit fiscal de más de 5%, el mayor en décadas, además que la deuda contratada aprobada también es mucho mayor. La administración actual ha aplicado la misma receta de gobiernos de los 70´s y 80´s en los que había crecimiento económico, pero las finanzas públicas quedaban totalmente desordenadas. Esperemos que este no sea el caso y que este desequilibrio sea solo temporal y no tenga efectos adversos en el futuro.