El informe anual del crecimiento mundial, presentado por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), estimó que para 2030 se presentará una pronunciada desaceleración económica a nivel global. Conclusión a la que se llegó tras evaluar el Producto Interno Bruto y la calidad de crecimiento de 107 economías.

Aunque la directora gerente del WEF, Saadia Zahidi, aseguró que revitalizar el crecimiento global es crucial, insistió que el crecimiento por sí solo no es suficiente. Para ello, propone un nuevo marco de evaluación que equilibra la eficiencia con la sostenibilidad, la resiliencia y la equidad a largo plazo, alineándose con prioridades tanto globales como nacionales.

¿Cuáles son los resultados reales del informe de crecimiento del WEF?

Al aplicar la nueva metodología de Zahidi, el informe revela que la mayoría de los países continúan con un crecimiento económico que no es sostenible ni inclusivo; además de una capacidad limitada para absorber o generar innovación y minimizar su vulnerabilidad a las crisis globales.

Aunque a nivel mundial, la inclusión y la resiliencia obtuvieron las puntuaciones más altas, mientras que la sostenibilidad y la innovación registraron puntajes más bajos. Mientras tanto, ninguna de las 107 economías evaluadas logró puntuaciones superiores a 80 en ninguna de las cuatro dimensiones del marco propuesto.

Por otro lado, las economías de altos ingresos, caracterizadas por un PIB per cápita promedio de 52,475 dólares, exhibieron fortalezas en inclusión, innovación y resiliencia, pero continúan con desafíos en sostenibilidad. En tanto, las economías de ingresos medios altos y medianos bajos enfrentan obstáculos únicos, desde la disponibilidad de talento hasta la alta intensidad de energía no renovable.

En pocas palabras, el informe del WEF resaltó la necesidad de repensar las estrategias de crecimiento y abogar por un enfoque más equitativo y sostenible.