Joe Biden, presidente de Estados Unidos, anunció una moratoria en la construcción de nuevas terminales de exportación de gas natural licuado. El mandatario argumentó que la medida responde a la necesidad de frenar la crisis ambiental que representa “una amenaza existencial”.
“Esta pausa en las autorizaciones [para nuevas infraestructuras de exportación] de gas natural licuado toma la crisis climática como lo que realmente es: la amenaza existencial de nuestro tiempo”, afirmó.
Tras la declaración, no se otorgarán nuevos permisos de exportación hasta que el Departamento de Energía actualice sus evaluaciones de cada proyecto candidato. El proceso puede durar varios meses. De acuerdo con Jennifer Granholm, secretaria de la mencionada agencia, las iniciativas ya aprobadas se mantendrán sin cambios para evitar afectaciones mayores a la industria estadounidense de gas natural licuado.
Estados Unidos responde a las exigencias climáticas
Hasta el primer semestre de 2023, Estados Unidos se mantenía como el principal exportador de gas natural licuado a nivel mundial, según estimaciones de la organización internacional Cedigaz.
Datos oficiales de las agencias de Estados Unidos indican que en dicho mercado operan siete terminales de exportación de este combustible. Tienen la capacidad de aportar al mercado un volumen de 328 millones de metros cúbicos diarios. Cerca del 50% de la producción se envió a Europa el año pasado.
En diciembre, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y ArcelorMittal renovaron un contrato que garantiza el suministro de gas natural entre Estados Unidos y México. El acuerdo está valorado en 2,700 millones de dólares y tiene una vigencia de 10 años.
En un comunicado de prensa, AcelorMittal puntualizó que el pacto contempla el suministro y abastecimiento del hidrocarburo desde Waha, en el sur de Texas, hasta Lázaro Cárdenas, en el estado de Michoacán.
“Este acuerdo consolida una alianza fundamental para la continuidad operativa y competitividad de ArcelorMittal México, principal consumidor de gas natural en el país”, celebró.
En el marco de la COP28, más de 250 organizaciones y grupos pro ambientales pidieron a Biden no autorizar nuevas terminales de gas natural licuado, combustible fósil que es considerado uno de los más contaminantes.