El conflicto entre Israel y Hamás, que estalló en octubre de 2023, ha comenzado a afectar al comercio internacional. Los ataques por militantes hutíes en el Mar Rojo, desde el 19 de noviembre sobre embarcaciones, han provocado retrasos, incrementado el costo de transportación y generando incertidumbre en los mercados minoristas y de consumo global, como Walmart, H&M y Adidas.
La tensión en esa región, estratégica para el comercio internacional, coincide con la escalada que se ha ido extendiendo hacia el norte por los ataques de milicias iraquíes proiraníes contra bases con presencia militar estadounidense en Siria e Irak.
Un barco de la empresa naviera, Maersk que comenzó su viaje el 2 de diciembre desde Tailandia con rumbo al Canal de Suez, para posteriormente dirigirse a la costa este de Estados Unidos ya se vio afectado por los ataques de estos milicianos.
¿Qué pasó con la embarcación de Adidas y otros minoristas?
De acuerdo con información proporcionada por Maersk, el Tanjong contenía carga de empresas minoristas y marcas de ropa de compañías, como Walmart, H&M, Adidas y ASOS.
Después de que Maersk comenzó a detener sus unidades a través del Mar Rojo por los ataques de militantes hutíes sobre el transporte marítimo, el barco cambió de ruta para navegar por el Cabo de Buena Esperanza 15 días, por las costas africanas.
La nueva ruta incrementó en miles de millas que se tradujeron en cinco días extra a Norfolk, Virginia. Además, el viaje alrededor de África incrementó en aproximadamente un millón de dólares en combustible extra para un recorrido por el norte de Europa.
Para colmo, la embarcación de Maersk llegó a su destino en Virginia el 19 de enero, con un retraso de cinco días; sin embargo otros barcos portacontenedores, incluido Londrina y San Clemente de Maersk, iniciaron sus viajes en noviembre y llegarán a sus destinos hasta mediados de febrero; lo que representa un retraso de 50 días.
En respuesta a la perspectiva de una crisis que se espera dure meses, algunas empresas ya están combinando el transporte aéreo, ferroviario y marítimo.
Por su parte, hasta el 17 de enero Maersk y otras empresas navieras han desviado al menos 523 buques portacontenedores del Mar Rojo; por lo que, el tráfico de contenedores en vía fluvial ha caído en 60%.