La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió que las apps de viajes y reparto todavía operan en medio de una laguna normativa en materia laboral. Esta situación pone en riesgo la calidad de los empleos y dificulta en la práctica la flexibilidad que ofrecen.
De hecho, la organización señaló que el uso de algoritmos en plataformas digitales para organizar, supervisar y evaluar las laborales de las personas puede afectar las condiciones para contar con empleos decentes.
Estas herramientas, agregó, escapan incluso a la normatividad vigente, lo que se posiciona como un tema clave para la construcción de un marco de regulación a nivel global.
De acuerdo con su informe Hacer realidad el trabajo decente en la economía de plataformas, la OIT establece que los algoritmos pueden redundar en una mayor eficiencia mediante la optimización de la asignación de tareas a los trabajadores, pero también pueden afectar a varias dimensiones del trabajo decente.
Vale la pena mencionar que los algoritmos en las plataformas digitales se utilizan para organizar, supervisar y evaluar el trabajo. Y aunque la flexibilidad es uno de los mayores atractivos para las personas que laboran a través de este tipo de aplicaciones, la implementación de estos sistemas dificulta el trabajo flexible y la conciliación vida-trabajo en la práctica.
La OIT señala que cuando los algoritmos se utilizan para evaluar el desempeño de los trabajadores y asignarles nuevas tareas, pueden llevar a que se trabaje con horarios intempestivos y variables.
Urge normatividad en plataformas de reparto y viajes
De acuerdo con la investigación de la OIT, las jornadas laborales en plataformas digitales alcanzan las 67 horas semanales en promedio en actividades de transporte y 59 horas en tareas de reparto.
Esta situación se vuelve relevante, reconoce el organismo, al considerar que “las normas internacionales del trabajo no abordan específicamente las cuestiones relativas al uso de algoritmos”.
Para colmo, la mayoría de los trabajadores de esos sectores, el trabajo en plataformas es su principal fuente de ingresos laborales. Una parte sustancial de esos trabajadores también declara que trabaja los siete días de la semana, según la OIT.
Un mal necesario
Aunque la OIT reconoce que las aplicaciones han contribuido a mejorar el acceso a actividades remuneradas, especialmente a grupos que suelen enfrentar más dificultades para incorporarse al mercado laboral. También plantean desafíos “en particular debido al uso de algoritmos para organizar, supervisar y evaluar el trabajo”.
Estos retos, agrega, se relacionan con diversas dimensiones del trabajo decente, entre las que se encuentran la situación laboral, la remuneración, el tiempo de trabajo, el acceso a la seguridad social y la representación y acceso al diálogo social.
Sin embargo, el organismo advierte que “no existen instrumentos internacionales que regulen las plataformas digitales de manera integral”. Por ejemplo, si bien el Convenio 30 de la OIT sobre las horas laborales en actividades comerciales puede ser aplicable al trabajo en plataformas digitales, “los tiempos de espera y su remuneración puede considerarse, por tanto, como una laguna normativa”.