El acceso a internet es un derecho universal. No obstante, en México y varios países del resto de Latinoamérica está lejos de ser una realidad, de acuerdo con un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). 

Según el informe, Paraguay es el país de la región con la brecha más pronunciada de desigualdad en el rubro. En aquel país, mientras el 83% de los hogares con ingresos altos tiene acceso al servicio, sólo el 12% de las familias con menor poder adquisitivo cuentan con servicio a la red. 

Del lado contrario se encuentra Chile. En aquel mercado, la mayoría de los hogares tienen acceso a internet sin importar su nivel de ingresos. El 98% de las familias más pobres y el 98% de las más ricas gozan del servicio. Argentina está cerca con una proporción de 90% contra 98%, sobre los mismos valores. 

México conserva una brecha de desigualdad considerable. En el país, el 32% de los hogares con menos recursos tienen acceso a internet. En tanto, el 79% de las familias con mejores ingresos cuentan con el servicio. 

Es importante puntualizar que el acceso a conexiones de internet no garantiza el uso pleno y eficiente del servicio. La población menos favorecida requiere de mecanismos de capacitación para desarrollar sus habilidades digitales. 

La madurez digital de las poblaciones está directamente relacionada con el rendimiento social, económico y de bienestar de cualquier región. En México, solo el 15% de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) tienen una estrategia digital realmente efectiva para impulsar sus ventas. Estas unidades económicas representan más del 99% de todos los establecimientos comerciales en el país, según la Comisión de Economía de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur).

La falta de capacitación al respecto, el limitado acceso a la red en algunas zonas y el desconocimiento sobre las ventajas que la era digital ofrece para el bienestar general del mercado son parte crucial del rezago.