La incorporación de las mujeres al mercado laboral fue mayor a la de los hombres durante el 2023. De hecho, la participación laboral femenina a un nuevo registro histórico.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en 2023, 587,667 mujeres se incorporaron a la fuerza laboral. Esto implica 120,740 plazas más de que las que se generaron para los hombres.
Gracias a ello, la tasa de desocupación femenina disminuyó de 3.1 a 2.7% el año pasado. Estos movimientos en la generación de empleo incidieron en el crecimiento en la tasa de participación laboral femenina que cerró el 2023 en 46.5%, la mejor cifra trimestral de la historia.
De hecho, la participación laboral femenina creció a un ritmo anual de 0.3%, mientras que en el caso de los hombres la cifra negativa con un descenso de 0.2 puntos.
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el crecimiento de las mujeres en la economía ha permitido a México “reabsorber con éxito” el incremento en la inactividad laboral generado por la pandemia de Covid-19.
Cabe señalar que, hasta ahora, la participación laboral femenina se ha dado por una inercia del dinamismo de la economía, no porque se busque mayor talento femenino a las diversas actividades económicas.
¿Qué falta para que la participación laboral femenina alcance niveles óptimos?
Aunque la participación económica de las mujeres ha avanzado, la cifra aún está muy lejos de la de los hombres. En el cuarto trimestre, la brecha laboral por cuestión de género fue de casi 30%; sin embargo, en un año, apenas se redujo 0.3 puntos. Estimaciones del Banco Mundial evidencian que cerrar esta brecha representaría una ganancia equivalente al 22% del PIB per cápita mexicano.
Vale la pena señalar que el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) estima que en 2030 el Producto Interno Bruto (PIB) del país podría ser 15% mayor si se incorporan 8.2 millones de mujeres a la economía.
“La baja participación de mujeres y la falta de condiciones equitativas en el mercado laboral frenan el potencial económico del país”, destaca el centro de investigación.
Informalidad, lo que falta por recorrer
En 2023 se sumaron 118,504 mujeres a la economía informal, esto fue el 20% del crecimiento total del empleo femenino, el resto se concentró en trabajo formal. Esto permitió que la tasa de informalidad de las mujeres descendiera de 56.1 a 55.7%. Esta reducción es la más alta desde el 2017, sin contar el impacto de la pandemia en el mercado laboral.
No obstante, los retos siguen visibles, incluyendo la brecha con la fuerza de trabajo masculina. El trabajo informal para las mujeres se mantiene 1.7 puntos por arriba de la proporción de los hombres.