Los migrantes mexicanos enviaron remesas a sus familias por un total de 4,575 millones de dólares durante el primer mes de 2024, informó este viernes el Banco de México.
Aunque esta entrada de divisas tuvo un aumento de 3.1% con respecto al flujo recibido el mismo mes, pero de 2023, cuando la cifra se ubicó en 4,435 millones de dólares; las remesas presentan una caída de 1.8% en términos secuenciales. Esto quiere decir, respecto al flujo mensual de diciembre.
De acuerdo con los registros de Banxico, a finales de 2023, las remesas recibidas por los 11.9 millones de hogares sumaron 5,490 millones de dólares.
A decir de los especialistas, esta moderación en el flujo mensual de transferencias respecto a diciembre obedece a un patrón estacional adverso, deterioro en el mercado laboral para los migrantes en Estados Unidos. Además, hubo una aceleración de los precios en aquel país, en términos mensuales, enfocadas en servicios; por lo que probablemente redujo su disponibilidad de liquidez.
De hecho, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha advertido que el flujo de remesas es propenso a debilitarse a corto plazo, impactado por la tan esperada desaceleración para Estados Unidos.
En cifras concretas, el banco central reveló que las remesas ingresaron al país a través de 11.8 millones de transacciones, con un envío promedio de 388 dólares.
Pérdida de poder adquisitivo de las remesas
Agencias calificadoras e instituciones bancarias han advertido que, desde el último trimestre de 2022, la inflación y la fortaleza del peso frente al dólar terminaron por erosionar el poder adquisitivo de las remesas.
De hecho, se estima que, en términos reales, las familias receptoras percibieron una caída de 11.9% anual en el poder adquisitivo.
Esto se explica con el simple hecho de que aunque las remesas son emitidas en dólares, en México se reciben y gastan en pesos mexicanos. Y el poder adquisitivo de éstas se ha contraído impactado por la inflación y el fortalecimiento del peso frente al dólar.