La agencia calificadora Moody’s cambió este jueves su perspectiva de la banca mexicana. De hecho, las instituciones financieras pasaron de “estable” a “positiva”, pues se espera que el “volumen de negocios aumente con el crecimiento sostenido del nearshoring”.
En su informe, la calificadora también destacó que la confianza del consumidor estimula la demanda interna en México, donde previó que ‘tras un año récord, la rentabilidad crecerá gracias a la expansión de los préstamos y reducción de costos de financiamiento’.
Asimismo, Moody’s enumeró algunas fortalezas de la banca mexicana, tales como:
- “amplias” reservas para pérdidas crediticias
- capitalización “robusta”
- “prudentes” estándares de originación
- acceso a depósitos de clientes
De acuerdo con la calificadora, estas fortalezas compensan los riesgos de su expansión en préstamos de alto riesgo, concentraciones de deudor único, mayores necesidades de provisión e inversión en digitalización y sucursales.
¿Qué le depara el futuro a la banca mexicana, según Moody’s?
Moody’s remarcó que “el volumen de negocios se beneficiará de condiciones crediticias favorables” tras el aumento del Producto Interno Bruto de México en 2023 a 3.2 %.
No obstante, la calificadora estimó una desaceleración, con un crecimiento previsto del PIB de 2.2% en 2024 y otro de 2 % en 2025. Eso sí, resaltó que “el consumo privado se mantiene sólido” tras un alza de 5.6 % interanual en el cierre de 2023.
De igual manera apuntó que sus “perspectivas de inversión asociadas al ‘nearshoring’ son favorables, lo que probablemente respaldará el crecimiento a largo plazo de los préstamos comerciales por la banca mexicana. La política monetaria del banco central seguirá siendo prudente”.
Vale la pena recordar que Moody’s califica en México a seis bancos comerciales: BBVA México, Santander México, Banorte, el Banco Nacional de México (Banamex), el Banco del Bajío, y Banco Azteca, que representan el 67 % de la cartera bruta y depósitos en bancos comerciales.
Además, evalúa a Nacional Financiera (Nafin) y el Banco Nacional de Comercio Exterior, que concentran el 39 % de la cartera bruta en bancos de desarrollo.