La situación inflacionaria que experimenta el mercado mexicano encarece el disfrute del periodo vacacional relacionado con Semana Santa, según cálculos de la Alianza Nacional de Pequeños Comercios (Anpec).
El organismo proyectó que el repunte de la inflación a 4.48% registrado este mes, aumentó el costo de diversos servicios turísticos, recreativos y de esparcimiento. “La inflación no es un tema coyuntural ni pasajero, se ha convertido en un asunto estructural de largo aliento y para todo fin práctico será nuestra compañera de viaje en nuestro destino, por lo que desde esa condición se le debe valorar con mayor cuidado”, sostuvo la organización.
La Anpec expusó diversas situaciones cotidianas y relacionadas con actividades turísticas y de recreo. Según sus estimaciones, las actividades extracurriculares de la temporada para los niños aumentaron su precio interanual al pasar de 1,500 a 2,800 pesos.
Las actividades recreativas se encarecen en Semana Santa
Un paseo en parque puede representar un gasto de hasta 500 pesos, considerando que se lleven algunos alimentos y bebidas desde casa. Visitar un centro comercial y comprar productos en algún establecimiento de comida rápida puede suponer el desembolso de 879 pesos, mientras que asistir a un parque acuático representará una inversión promedio de 2,975 pesos en promedio. Los cálculos se hicieron pensando en el consumo de una familia conformada por dos adultos y tres niños que habita en la Ciudad de México.
Bajo estas mismas condiciones, si las familias decidieran pasar Semana Santa fuera de la urbe con un plan vacacional que considera hospedaje de cuatro días y tres noches, traslados y alimentos, una salida a Acapulco rondaría los 15,660 pesos, a Tuxpan 13, 984 pesos, a San Miguel Allende 15,000 pesos y a Zacatecas cerca de 19,605 pesos.
Ante el entorno inflacionario, “no podemos jugar a generar falsas expectativas en la población. La agenda de consumo es un asunto muy delicado y complicado. Lo que se diga al respecto alinea o desalinea decisiones del gasto familiar y éstas son un asunto de graves consecuencias que si no de vida o muerte, sí de calidad de vida, de ahí la seriedad y trascendencia del asunto”, sentenció la Anpec.