Reuters.- El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) decide el martes si una actuación insuficiente de los Gobiernos en materia de cambio climático puede constituir una violación de los derechos humanos, en tres sentencias que podrían dar un impulso legal a los activistas climáticos de todo el continente.
Los casos presentados ante el panel de 17 jueces de Estrasburgo (Francia) se unen a una tendencia creciente de comunidades que presentan demandas climáticas contra Estados con argumentos basados en la legislación sobre derechos humanos.
Una victoria en cualquiera de ellos podría forzar nuevos cambios en las políticas nacionales para mantener a los países en línea con el objetivo acordado a nivel mundial de limitar el calentamiento a 1.5 grados centígrados (2,7 Fahrenheit).
En la primera, presentada en 2020, seis jóvenes portugueses acusan a los 32 países que son los principales emisores de gases de efecto invernadero de Europa de no evitar un calentamiento global catastrófico, que según ellos amenaza su derecho a la vida. No piden compensaciones económicas, sino que los gobiernos reduzcan drásticamente las emisiones.
Más de 2,000 ancianas suizas alegan que los esfuerzos “lamentablemente insuficientes” de su gobierno para luchar contra el calentamiento del planeta las ponen en peligro de muerte durante las olas de calor. Buscan una sentencia que podría obligar a Berna a reducir las emisiones de combustibles fósiles mucho más deprisa de lo previsto.
En el último caso, Damien Carême, exalcalde de la comuna francesa de Grande-Synthe, impugna la negativa de París a tomar medidas más ambiciosas para frenar el cambio climático. Los tres casos serán juzgados por la Gran Sala del TEDH en 2023.
Algunos de los gobiernos sostienen que los casos son inadmisibles. Suiza ha dicho que no corresponde al TEDH ser el “tribunal supremo” en asuntos medioambientales ni hacer cumplir los tratados sobre el clima.
Los litigios climáticos se amplían
Un veredicto favorable a los demandantes podría sentar un precedente para los 46 signatarios del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
En función de la sentencia, es posible que los países tengan que actualizar a corto plazo sus planes para frenar las emisiones causantes del calentamiento climático. El incumplimiento podría dar lugar a nuevos litigios nacionales, y los tribunales podrían imponer sanciones económicas.
Es probable que las sentencias, que no pueden recurrirse, sirvan también de guía para el creciente campo de los litigios climáticos.
En los últimos cinco años, el número de casos judiciales relacionados con el clima presentados en todo el mundo se ha más que duplicado, según un informe de 2023 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Universidad de Columbia de Nueva York.
“No es como el derecho de daños, que tiene cientos de años de precedentes”, afirmó Ruth Delbaere, directora de campañas jurídicas del movimiento cívico mundial Avaaz. “Esto es algo nuevo, y por eso jueces y tribunales se están mirando unos a otros”
Otros tres tribunales internacionales -la Corte Internacional de Justicia, la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el Tribunal Internacional del Derecho del Mar- están redactando actualmente opiniones consultivas sobre las obligaciones de los Estados en materia de cambio climático.
“Es casi seguro que esta sentencia tendrá un efecto dominó en todo el mundo, no solamente en Europa, sino en todas partes”, afirmó Delbaere.