La administración del Ciberespacio de China informó que diversas unidades económicas de aquel país han registrado más de 117 modelos de lenguaje basados en inteligencia artificial (IA). La cantidad representa un paso significativo en el desarrollo y la regulación de los servicios basados en IA en el país asiático.
El proceso de certificación se realiza en estrecha colaboración con diversos departamentos gubernamentales y se rige por un marco conocido como el ‘Procedimiento provisional de gestión de servicios de inteligencia artificial generativa‘. La normativa busca establecer pautas claras para la implementación de dichos servicios, asegurando su conformidad con las regulaciones y estándares establecidos.
Entre los modelos registrados se destacan creaciones de renombradas empresas tecnológicas chinas, como China Mobile con su modelo ‘Jiutian’, Baidu con ‘Wenxin Yiyan’, Alibaba con ‘Tongyi Qianwen’, Huawei Cloud con ‘Pangu’, Tencent con ‘Hunyuan Assistant’, OPPO con ‘Andes’ y Vivo con ‘Lanxin’, según lo reportado por la agencia oficial Xinhua.
China pretende regular el uso y desarrollo de sistemas de IA
La Administración ha establecido requisitos claros para las aplicaciones o funciones de inteligencia artificial generativa en operación. Estas deben mostrar de manera destacada en su interfaz o en la página de detalles del producto la certificación otorgada por las autoridades, así como el nombre del modelo y el número de registro correspondiente.
La regulación en este ámbito se fortaleció aún más con la aprobación de una normativa provisional en julio pasado, la cual establece pautas para la operación de servicios similares a ChatGPT. Estos servicios están sujetos a una serie de regulaciones que abarcan desde la seguridad de la información y la protección de datos personales hasta la propiedad intelectual y el progreso científico y tecnológico.
Además, se espera que los proveedores de estos servicios respeten los valores fundamentales del socialismo, así como la moral social y la ética profesional. Está prohibido generar contenidos que puedan socavar la seguridad nacional, la unidad territorial, la estabilidad social o los derechos e intereses legítimos de otras personas.
A pesar del rápido avance en el desarrollo de servicios basados en inteligencia artificial en China, surgen interrogantes sobre la aplicación de esta tecnología en un entorno marcado por la rigurosa censura impuesta por las autoridades. Sin embargo, el registro y la regulación de estos modelos representan un paso importante hacia la creación de un entorno más seguro y ético para su uso en el país.