En la participación de la semana pasada mencionábamos la posibilidad de que el aumento en las materias primas incomodaría a los banqueros centrales para flexibilizar su postura monetaria. El último dato de inflación en Estados Unidos confirma la preocupación y es que la lectura correspondiente a marzo fue de 0.4% mensual con lo que se superó el estimado de 0.3%.
Lo más interesante viene al revisar los componentes y es que los energéticos fueron los que inyectaron mayor presión; la energía en general aumentó 1.1% mensual y las gasolinas 1.7%. En lo que va del año, el petróleo se ha apreciado cerca del 20% y parece mantener una tendencia alcista, incluso algunos bancos de inversión y analistas no descartan la posibilidad de alcanzar los 100 dólares por barril. Dicha estimación no parece exagerada si se consideran las tensiones geopolíticas en diversas regiones del mundo, uno de los factores que han llevado a que el petróleo se aprecie este año es el conflicto en medio oriente el cual escaló este fin de semana con el ataque de Irán a Israel.
De momento, los mercados presentan movimientos moderados ante este ataque, pero es un hecho que, en caso de que el conflicto aumente, los precios de los commodities se presionarán, principalmente el petróleo. Parecería que las tasas de interés son las que reflejan de manera más directa esta situación y es que la tasa del bono a 10 años en Estados Unidos alcanza 4.65% lo que representa un nivel no visto desde noviembre del año pasado.
Esto repercute en el mercado de divisas y es que el índice dólar (DXY) ganó 2.0% en apenas una semana; vale la pena destacar la rápida depreciación que tuvo el peso mexicano con el 2.25% en una semana cuando todavía el lunes 8 de abril festejábamos que la paridad USD/MXN tocaba los 16.30 que representaba un mínimo desde 2015. Ahora la paridad ya se encuentra cercana a los 16.70. Otra divisa que también está sufriendo es el yen japones y es que la paridad con el USD ya supera los 154 siendo un nivel máximo que no se veía desde 1990.
Es interesante mencionar que el mercado accionario parece estar en un momento de indecisión; algunos de los principales índices accionarios se mantienen cercanos a los máximos (sobre todo en Estados Unidos), pero de mantenerse las tensiones y las tendencias mencionadas anteriormente, se pudiera esperar una corrección rápida; todo dependerá de que los conflictos geopolíticos se mantengan contenidos.
De por sí, ya nos encontrábamos en un periodo complejo para los mercados financieros debido a los procesos de normalización monetaria por parte de diversos bancos centrales; el factor geopolítico puede presionar aun más las expectativas inflacionarias con lo que se generaría un contagio en el ánimo de los participantes.