Reuters.- A lo largo de los años, los investigadores que estudian a los elefantes han observado un fenómeno intrigante.
A veces, cuando un ejemplar hace una vocalización a un grupo de otros elefantes, todos responden. Pero en otras ocasiones, cuando ese mismo elefante hace una llamada similar al grupo, sólo responde un individuo.
¿Podría ser que los elefantes se dirigen entre sí por el equivalente de un nombre? Un nuevo estudio con elefantes salvajes de la sabana africana en Kenia apoya esta idea.
Los investigadores analizaron las vocalizaciones -principalmente estruendos generados por los elefantes mediante sus cuerdas vocales, de forma similar a como hablan las personas- de más de 100 ejemplares del Parque Nacional de Amboseli y la Reserva Nacional de Samburu.
Utilizando un modelo de aprendizaje automático, los investigadores identificaron lo que parecía ser un componente similar a un nombre en estas llamadas que se asociaban a un elefante concreto como destinatario.
Los investigadores reprodujeron el audio de 17 elefantes para comprobar cómo respondían a una llamada aparentemente dirigida a ellos y a otra aparentemente dirigida a otro elefante.
En promedio, los elefantes respondieron mejor a las llamadas aparentemente dirigidas a ellos. Cuando oían una llamada de este tipo, tendían a comportarse con más entusiasmo, caminar hacia la fuente de audio y hacer más vocalizaciones que cuando oían una llamada aparentemente dirigida a otra persona.
El complejo sistema de comunicación de los elefantes
Las conclusiones del estudio indican que los elefantes “se dirigen unos a otros con algo parecido a un nombre”, según el ecólogo conductual Mickey Pardo, de la Universidad de Cornell, autor principal del estudio publicado el lunes en la revista Nature Ecology & Evolution.
“Ciertamente, para dirigirse unos a otros de esta manera, los elefantes deben aprender a asociar sonidos particulares con individuos particulares y luego utilizar esos sonidos para llamar la atención del individuo en cuestión, lo que requiere una sofisticada capacidad de aprendizaje y comprensión de las relaciones sociales”, dijo Pardo.
“El hecho de que los elefantes se dirijan unos a otros como individuos pone de relieve la importancia de los vínculos sociales -y, en concreto, del mantenimiento de muchos vínculos sociales diferentes- para estos animales”, añadió.
Los elefantes, los animales terrestres más grandes de la Tierra, son muy inteligentes y se sabe que tienen una gran memoria, capacidad para resolver problemas y una comunicación sofisticada. Investigaciones anteriores han demostrado que adoptan comportamientos complejos -gestos visuales, acústicos y táctiles- cuando se saludan.
Aún mucho por investigar
¿Por qué llamaría un elefante a otro por su “nombre”? “No lo sabemos exhaustivamente, pero de nuestro análisis se desprende que es frecuente durante las llamadas de contacto en las que un elefante llama a otro individuo, a menudo por su nombre”, explica el biólogo conservacionista de la Universidad Estatal de Colorado y coautor del estudio, George Wittemyer.
“También era común entre los gritos de una madre a sus crías, a menudo para calmarlas o saber cómo estaban. Pensábamos que lo encontraríamos en las ceremonias de saludo, pero era menos común en ese tipo de vocalizaciones”, añadió Wittemyer.
El uso de etiquetas vocales específicas para cada individuo -nombres- es poco frecuente, pero no inédito, en el reino animal. Se ha demostrado que los delfines y los loros también lo hacen.
Pero cuando lo hacen, se limitan a imitar las vocalizaciones del otro animal. En los elefantes, las etiquetas vocales no se limitan a imitar los sonidos emitidos por el destinatario.
“Creo que este trabajo pone de relieve lo inteligentes e interesantes que son los elefantes, y espero que genere un mayor interés por su conservación y protección”, añadió Wittemyer.