La administración entrante de Claudia Sheinbaum, quien asumirá la presidencia de México el 1 de octubre de 2024, enfrentará importantes desafíos fiscales y de gobernanza que serán determinantes para la calificación soberana del país, según un reciente informe de Fitch Ratings. Como sucesora de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y representante del partido oficialista, la presidenta electa ha prometido continuidad en las políticas macroeconómicas, particularmente en los ámbitos fiscal y monetario.
Sin embargo, uno de los mayores retos que enfrentará será la consolidación fiscal, ya que el déficit fiscal de México se ampliará considerablemente en 2024. Sheinbaum ha manifestado su intención de reducir este déficit y estabilizar la relación deuda/PIB, pero persisten dudas sobre la viabilidad política de implementar reformas que aumenten los ingresos.
Los desafíos que enfrentará el Gobierno de Claudia Sheinbaum
Además, los ahorros provenientes de recortes en gastos transitorios no serán suficientes para devolver el déficit a niveles históricos, lo que genera incertidumbre sobre los objetivos fiscales de la nueva administración, que se espera sean aclarados con la presentación del presupuesto de 2025 en noviembre.
Otro aspecto crucial será el manejo de Petróleos Mexicanos (Pemex), cuya carga fiscal es significativa. Fitch Ratings prevé que el gobierno de Sheinbaum continuará apoyando financieramente a la empresa, aunque sin asumir su deuda. Las proyecciones de la agencia indican un aumento gradual de la deuda/PIB por encima del 51%, impulsado por mayores déficits primarios, altos costos de endeudamiento y un crecimiento económico moderado, que se espera promedie el 2% entre 2024 y 2026.
En el ámbito de la gobernanza, las reformas propuestas por AMLO, incluyendo la reforma judicial, podrían afectar negativamente el perfil institucional de México, agravando los ya débiles indicadores de gobernanza. A esto se suma la incertidumbre económica derivada de las elecciones estadounidenses, aunque la deslocalización podría mejorar las perspectivas de crecimiento a mediano plazo.
Finalmente, en cuanto a la seguridad interna, es probable que haya cambios significativos, dado el enfoque más duro de Sheinbaum en la lucha contra el crimen violento, una postura que ya adoptó como alcaldesa de la Ciudad de México.