Las autoridades de París pusieron en libertad condicional a Pavel Durov, CEO de Telegram. El empresario fue arrestado durante el fin de semana y permaneció por cuatro días bajo arresto precautorio. Ahora deberá de comparecer ante un tribunal por su supuesta responsabilidad en el uso ilícito de la app.
“Un juez de instrucción ha puesto fin a la custodia policial de Pavel Durov y lo llevará ante el tribunal para una primera comparecencia y una posible acusación”, informaron la Fiscalía de París. El emprendedor tiene prohibido salir de Francia. Está sujeto a una fianza de 5 millones de euros y tendrá que presentarse ante las autoridades policiales dos veces por semana.
Laure Beccuau, fiscal de París, informó que el directivo enfrenta cargos por facilitar la difusión de material relacionado con abuso sexual infantil, tráfico de drogas, importación de criptología sin declaración previa y una “ausencia casi total” de cooperación con las autoridades francesas.
Telegram defendió a su fundador en una nota publicada esta semana. “Pavel Durov no tiene nada que ocultar. Es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables del uso abusivo [de esa herramienta]. Estamos esperando una pronta resolución de esta situación”.
Detención del CEO de Telegram despierta controversia política
Sin aportar pruebas, Viacheslav Volodin, presidente de la Duma Estatal rusa, la cámara baja del Parlamento, dijo que Estados Unidos, a través de Francia, estaba intentando ejercer control sobre Telegram.
“Telegram es una de las pocas y al mismo tiempo la mayor plataforma de internet sobre la que Estados Unidos no tiene influencia“, dijo Volodin en una publicación. “En vísperas de las elecciones presidenciales estadounidenses, es importante que (el presidente Joe) Biden tome el control de Telegram”. La Casa Blanca no hizo comentarios inmediatos sobre la detención de Dúrov.
Con casi mil millones de usuarios, Telegram, que se presenta como un refugio para la libertad de expresión y los disidentes políticos, es especialmente prominente en Rusia, Ucrania y las repúblicas de la antigua Unión Soviética.
Aunque a millones de usuarios normales les gusta la aplicación por su facilidad de uso y su variedad de funciones, también es muy utilizada por movimientos de extrema derecha, antivacunas y conspiracionistas.