Una de las frases que más tengo presente cuando opero en los mercados financieros es: “puedo predecir con exactitud los movimientos planetarios, pero no puedo predecir la locura de las masas”; esta frase se le atribuye a Isaac Newton quien, a pesar de ser una de las mentes más brillantes en la historia de la humanidad, no tuvo mucho éxito invirtiendo en los mercados de valores.
Este dicho nos enseña mucho de lo que implica enfrentarse a los mercados financieros en cuanto a lo impredecibles que son y es que no se debe de olvidar que el propio mercado es movido por millones de personas con pensamientos diversos, los cuales no siempre toman sus decisiones completamente con la cabeza, es decir, a veces las emociones afectan la operatividad.
Lo anterior lo menciono porque algunos analistas e inversionistas se sorprendieron por el movimiento que realizaron los activos mexicanos en las últimas sesiones. El miércoles 11 amanecimos con la noticia de que la Reforma al Poder Judicial había sido aprobada en la Cámara de Senadores. Hasta antes de esta aprobación el peso mexicano acumulaba una pérdida de 1.84% en lo que iba de septiembre, la aprobación parecía inminente y algunos analistas económicos y financieros apuntaban a que el dólar se iría de manera inmediata a niveles por encima de los 21 pesos por dólar.
Curiosamente algo sucedió y el peso mexicano inició un proceso de recuperación significativo a tal grado que pasamos de 20.12 a niveles actuales alrededor de 19.25; es decir, una apreciación de la moneda local de más de 4.0% siendo una de las monedas con mayor ganancia en las últimas cinco sesiones.
Aquellos que anticipaban una catástrofe con el peso mexicano buscaron explicaciones a esta situación argumentando que la apreciación del peso se debía a un debilitamiento generalizado del USD ante la expectativa de que la Reserva Federal recortará la tasa de referencia esta semana (situación que es cierta), pero es muy claro que el MXN se movió con cierta independencia respecto a otras monedas emergentes por momentos.
También debemos voltear a ver el mercado accionario mexicano, desde mediados de agosto al 10 de septiembre el IPC acumuló una pérdida de más de 6.0% y se alcanzaron niveles por debajo de las 51,000 unidades, que representaban mínimos que no se veían desde noviembre del año pasado. Pero fue justamente a partir del 11 de septiembre que se inició un proceso de recuperación con lo que el principal índice accionario mexicano gana 3.4% en cuatro sesiones.
¿Qué pasó con los activos mexicanos y los mercados?
La pregunta más importante entonces es ¿por qué los activos mexicanos reaccionaron positivamente a la aprobación de la reforma? La respuesta es clara y no viene desde un punto de vista de un analista, sino de la propia operación. Entre los traders existe una frase muy famosa que dice “buy the rumor, sell the news”, la cual nos refleja que el mercado descuenta gran parte de las expectativas y de los eventos que están por suceder.
Como mencioné anteriormente, la aprobación de la reforma se veía inminente y ese efecto negativo se vio reflejado desde que fueron las elecciones; es decir el efecto de la reforma judicial provocó que el MXN se depreciará poco más del 18% hasta el 10 de septiembre. Una vez que se concretó la aprobación de la reforma, los operadores cierran posiciones para tomar utilidades, algunos otros lo hacen para limitar pérdidas y otros para cubrir posiciones; pero ese efecto ya provocó los movimientos suficientes.
El hecho es que a algunos participantes del mercado les sorprendió la recuperación de los activos mexicanos, pero debe quedar claro que no se trata de un visto bueno a la reforma al poder judicial, si no simplemente movimientos naturales del propio mercado.
Ahora, algunos participantes que son muy optimistas comienzan a lanzar sus estimaciones de que el peso mexicano regresará a los 17 pesos por dólar. Pero por lo comentado en este artículo queda claro que es peligroso aventurarse a tomar posiciones basados en las emociones y los sesgos ideológicos; es mejor seguir el pulso de los activos para determinar la dirección a seguir.
Aunque los activos mexicanos iniciaron un proceso de recuperación considerable, no se debe dejar de lado que hay todavía eventos que pueden inyectar nuevamente volatilidad, ahí están otras reformas que se tienen planteadas, las elecciones en EUA y el probable proceso de desaceleración económica. Por esto es por lo que la cautela debe prevalecer, pero siempre siendo disciplinados en nuestras metodologías; no hay que olvidar que los activos mexicanos son de los de peor desempeño en lo que va del año.
Y para finalizar, recuerdo la frase de un colega: “un analista jamás se hará rico en el mercado de valores o en los mercados financieros”, dicha frase tiene su sentido, pero no concuerdo del todo ya que he tenido la fortuna de dirigir tanto la parte de análisis como de operaciones en instituciones financieras y cada una tiene sus beneficios para las inversiones. Valdría la pena que los analistas también se acerquen al área operativa para entender los movimientos de corto plazo que son muy importantes.