El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Unión Europea (UE) han puesto en marcha una iniciativa conjunta para fortalecer las condiciones de inversión responsable en el desarrollo de minerales críticos y sus cadenas de valor en América Latina y el Caribe. La iniciativa cuenta con una subvención de 6.3 millones de euros por parte de la UE y aprovechará 120 millones de euros adicionales en inversiones del BID para proyectos clave en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Ecuador.
El objetivo principal del programa es impulsar el crecimiento económico inclusivo en la región, promover prácticas mineras sostenibles y facilitar la transición energética global, contribuyendo así a la resolución de los desafíos climáticos y al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La iniciativa beneficiará directamente a miles de personas y empresas en regiones mineras al fortalecer las cadenas de valor de materias primas críticas como el cobre, litio y elementos de tierras raras, materiales esenciales para la fabricación de tecnologías de energía limpia. Estas actividades buscan no solo apoyar los esfuerzos globales de descarbonización, sino también mitigar los impactos ambientales y sociales asociados con la producción de estos recursos.
Por más inversiones sostenibles
Entre las actividades clave se encuentran el fortalecimiento de la gobernanza minera, la mejora del conocimiento geológico y la promoción de la extracción sostenible de minerales. Además, el programa está diseñado para cerrar brechas en políticas y capacidades, asegurando que el sector minero aumente su contribución al desarrollo sostenible en un contexto de transición energética global.
Este proyecto se alinea con los objetivos estratégicos de la UE, como la Agenda Global Gateway UE-LAC, el Plan Industrial del Pacto Verde y la Ley de Materias Primas Críticas (CRMA), que buscan garantizar el acceso a minerales esenciales y fomentar un crecimiento económico verde e inclusivo.
Asimismo, la iniciativa profundiza las asociaciones UE-América Latina, basándose en acuerdos existentes con países como Chile y Argentina. De esta manera, se subrayan los valores compartidos de desarrollo económico, sostenibilidad ambiental y una transición energética justa, consolidando una cooperación internacional clave para el futuro de ambas regiones.